Cerca de mi casa vive una familia, la cual la mitad eran cristianos y la otra mitad no, cierto día empezó a padecer el padre de familia una enfermedad que lo ha llevado de mal en peor, sin que haya para él medicina. Creo que al igual que este hay muchos casos, pero no todo es malo, desde que el padre de familia empezó a padecer esta enfermedad, todos los que no eran cristianos aceptaron a Dios, no ha quedado uno en la casa que no sea cristiano.
Es un caso duro pero diríamos que para el Señor no hay pérdida alguna, en el evangelio de Juan Capítulo 11:3-4 dice: Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
El caso fue de mal en peor, Lázaro murió, y cuando el Señor llegó ya lo habían sepultado, la Biblia dice que hacía 4 días que había sido enterrado y ya hedía, ¿fue una pérdida?, No, el Señor, resucitó a Lázaro, y mostró el poder que tiene para traer a la vida nuevamente.
Dios utiliza métodos eficaces, aunque en un inicio nosotros lo veamos como algo malo, doloroso en nuestras vidas, pero luego el Señor nos mostrará que esto es para gloria de Dios, porque de lo contrario, no hubiésemos llegado a los pies de Cristo, no hubiésemos creído en Dios, vale más sufrir un momento para recapacitar y ver que lo que sucedió es para la gloria de Dios.
