Es común que algunos peces agarren objetos brillosos
y los guarden en la boca en un área donde guardan las crías, en las noticias se
puede ver que han agarrado peces que contienen monedas de oro así como al que
Pedro fue a pescar. Al tener este dato algunos se atreven a decir que no fue un
milagro y no tiene nada de asombro que Jesús le haya dicho que fuera a pescar
dicho pez, examinemos lo sucedido para ver que sí fue algo asombroso.
De acuerdo a Mateo 17:24-27 Los cobradores de
impuestos tenían que cobrar a los extranjeros, ellos por ser esa localidad
estaban exentos de impuestos, pero preguntaron si Jesús no iba a pagar los
impuestos, cobraban dos dracmas, Jesús le dice a Pedro que para no dar ocasión
de que hablen mal de ellos que vaya a pescar.
Mateo 17:27 Sin embargo, para no ofenderles, ve al
mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo, y al abrirle la
boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo por mí y por ti.
Hay que considerar cuantos peces hay en un
determinado lugar y que no todos cargan una moneda en la boca, que tan grandes
o bajas serían las posibilidades que nosotros al ir a pescar agarrásemos un pez
que tenga una moneda y que sea específicamente de la que se nos dice, podríamos
pasar pescando toda la vida y quizá nunca agarrar un pez que contenga una
moneda.
Pero en este caso no fue así, habían órdenes
específicas para no dar lugar a dudas, ve a pescar con anzuela, el primer pez
que saques, tómalo y ábrele la boca y hallarás una moneda que vale lo de dos
impuestos, luego ve y paga, para los escépticos es un milagro, porque todo se
cumplió tal y como Jesús lo dijo.
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