viernes, 14 de diciembre de 2012

Significado de números en la Biblia



Los números en la Biblia han de entenderse literalmente, a no ser que haya buenas razones para pensar en números aproximados o de uso simbólico. Los métodos rudimentarios de representar cantidades en los idiomas bíblicos han dado lugar a variantes y a dudas, especialmente cuando parecen ser demasiado grandes.
El número uno se asocia naturalmente con la idea de unidad, y el dos denota dualidad o ayuda mutua (Gn 1.16; 2.20; Ec 4.9, 11, 12). El tres ilustra la doctrina de la Trinidad en pasajes como 1 Co 13.13; 2 Co 13.14; 1 Jn 5.8, etc., y en ocasiones indica el período en el que se debe cumplir un propósito o una misión (Os 6.2; Mt 12.40). Cuatro son las rectas de un cuadrilátero, y este número da la idea de lo completo en la realización de los propósitos de Dios (Gn 2.10; Éx 27.16; 37.9; Zac 1.18–21; 6.1–8; Ap 9.14, etc.). Hay cuatro Evangelios como base de la fe. Cinco y diez derivan su importancia de los dedos de la mano que dieron origen al sistema decimal. De nuevo predomina la idea de lo completo en ciertas esferas: Hay diez patriarcas antes del diluvio, diez plagas en Egipto, diez mandamientos, etc. (Éx 34.28; Lc 15.8; 19.11–27; Jn 6.9–10).
El seis denota compás de espera antes de llegar a lo completo de siete, como en los días de la creación y del trabajo normal antes del sábado. De igual manera ocho, que resulta de siete más uno, indica el resultado de una obra completa; por ejemplo: las ocho personas salvadas del diluvio, el día de la circuncisión, la señal del pacto (1 P 3.20; Gn 17.12;  Ez 43.27). Nueve, que es tres por tres, es la suma de perfección en el fruto del Espíritu (Gl 5.22, 23). Doce (tres por cuatro) señala el orden, o la organización, en los propósitos de Dios: doce meses del año, doce tribus de Israel, doce apóstoles.
Cuarenta a veces redondea una «generación», pero se usa mucho en períodos de prueba (Gn 7.17; Éx 24.18; Nm 13.25; 14.33; 1 R 19.8; Mc 1.13).

El misterioso número de la bestia, 666, se lee en algunos manuscritos como 616 (Ap 13.18). Algunos se han esforzado por darle sentido mediante la equivalencia de números con letras, pero las conclusiones no son seguras.
Siete   Número de alto sentido simbólico. El siete había adquirido significación sagrada en Babilonia en la más remota antigüedad. Descuella en la Biblia por ser la suma de 3 y 4, y simboliza «lo completo» por excelencia en las esferas divinas, humanas y aun satánicas. Se observa el carácter sagrado del siete en el ritual por el número de altares que tuvo que levantar Balac (Nm 23.1, 14, etc.) y en la religión israelita por ser muy repetido en el número de víctimas, el número de veces que la sangre había de ser esparcida, etc., señalando la «expiación perfecta» en el día grande del calendario religioso (Lv 16.19; cf. 4.16; 14.7; Nm 28.11, etc.). Naamán tuvo que zambullirse siete veces para ser limpio (2 R 5.10).
El siete representa períodos significativos de «tiempo completo», como la semana, que termina con el sábado, y el año sabático (Éx 20.10; Lv 25.2–6). El jubileo caía después de cumplirse siete «semanas» de años (Lv 25.8) y el Día de Expiación se celebraba en el mes séptimo (Lv 16.29). Los períodos de abundancia y de hambre en Egipto fueron de siete años (Gn 41.26–31). En otros contextos de vida familiar, de oración, etc., sobresale el concepto de «lo completo» (Rt 4.15; Jos 6.4; 1 R 18.43; Sal 119.164).
Sobre todo, en el simbolismo del Apocalipsis se emplea el siete para representar grupos homogéneos o sucesiones completas de acontecimientos (Ap 1.4, 13, 16; 4.5; 5.1; 12.3; 13.1), y se usó mucho en la apocalíptica extra canónica.
La influencia del siete se ve también en construcciones literarias, como las siete abominaciones de Pr 26.25; las siete parábolas de Mt 13, los siete «ayes» sobre los fariseos de Mt 23, y en varias agrupaciones de temas en las epístolas


Setenta   Número de gran importancia en la Biblia porque es múltiplo de siete, número sagrado para los hebreos (Éx 1.1–5). Setenta es el número de personas de la casa de Jacob que entraron en Egipto (Gn 46.27). Y cuando Jacob (Israel) murió, lo lloraron setenta días (Gn 50.3). Setenta ancianos de Israel acompañaron a Moisés al Sinaí (Éx 24.1). Dice Salmos 90.10 que los días de nuestra vida son setenta. Jesús enfatizó que debíamos perdonar hasta setenta veces siete (Mt 18.22).
Siglo   (en hebreo olam; en griego aioŒn). Término que en la Biblia no significa estrictamente cien años sino un período largo e indefinido. Se utiliza en varios sentidos diferentes, todos relacionados, pero especialmente para indicar un Tiempo futuro infinito. En este sentido aparece en plural o en forma repetida, por ejemplo, «los siglos de los siglos» (Sal 41.13; cf. Gn 9.12; 1 Cr 29.10; Dn 6.26; Mt 6.13; etc.). Esta acepción se relaciona casi siempre con Dios, cuyo carácter eterno se describe así: «desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios» (Sal 90.12).
 
Información extraída de: Nelson, Wilton M., Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1998.

No hay comentarios:

Publicar un comentario